Hay momentos en los que nuestras herramientas de siempre dejan de funcionar.
Y por más que sepamos “todo lo que hay que hacer”, nada alcanza.
Eso suele pasar en las transiciones profundas.

Cuando una parte de nosotras cambió, pero seguimos intentando sostenernos como si nada hubiera cambiado. 

Y ahí es donde los hábitos de bienestar tienen que actualizarse.
No porque haya algo mal con vos.
Sino porque tu vida cambió, y es lógico que tus formas de cuidarte también cambien.

Estoy segura de que ya viste mil posteos sobre “hábitos saludables”.
Y si sos como yo, probablemente muchos te dejaron una sensación medio vacía.
De que no te suman. De que la vida de la otra persona es perfecta.
Spoiler: no lo es. Nadie la tiene resuelta. Y no hay fórmula mágica.

Pero sí hay algo que  funciona:
Diseñar tu propio mapa de bienestar, en base a lo que necesitás hoy, en este momento vital.

💡 Porque no es lo mismo lo que necesitás si:
— Trabajás desde casa o si estás en la oficina de reunión en reunión
— Dormís bien o tu descanso está en crisis
— Tenés compañía todo el día o estás viviendo más sola que nunca
— Estás tranquila… o atravesando una etapa de mucho cambio.

Y sin embargo, muchas veces seguimos intentando encajar en rutinas que no tienen nada que ver con nuestra realidad actual.

Yo también lo hice.
Cuando emigré, todo se me movió.
Los hábitos que antes me hacían bien ya no me alcanzaban.
Tuve que hacer lo que siempre les propongo a mis consultantes:
volver a escucharme desde cero.

🎯 Y si estás en un momento de cambio, te invito a hacer lo mismo.

Acá van algunas preguntas clave para ayudarte a descubrir tus hábitos reales de bienestar:


1. ¿Qué actividades te generan claridad mental, alivio o alegría… que duren varias horas?
No cualquier cosa que “te hace bien” es un hábito de bienestar.
Ej: Comer chocolate me encanta, pero la sensación dura 2 minutos.
Ir al gimnasio a veces me da fiaca, pero la energía que me queda me dura días.

2. ¿Qué necesitás hoy, según cómo estás física, mental y emocionalmente?
A veces necesitás moverte. Otras, descansar.
Hay días para el silencio y días para el contacto humano.
Elegí desde ahí. No desde el “debería”.

3. ¿Qué hábito seguís haciendo porque antes te servía, pero ahora ya no?
Y al revés: ¿Qué hábito dejaste en el camino y te haría bien retomar?


🌀 La clave para que una rutina de bienestar funcione es esta:

No copiar fórmulas.

Escucharte.

Y estar disponible para hacer ajustes cada vez que tu vida cambie.

A mí me pasó con el yoga, con el running, con la vida social, con mis horarios…
Y cada vez que me animé a reinventar mis rutinas, me encontré más cerca de mí.

✨ Si estás transitando una etapa de cambio, deseo que te tomes el tiempo para preguntarte:
¿Qué me hace bien, de verdad, ahora?

Y si te surge compartir lo que descubriste, te leo feliz.
Nos encontramos en los comentarios 💌

Un abrazo,

Sharon

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